Volver a la rutina en enero, tras un merecido descanso, no siempre es agradable y puede resultar hasta traumático.

Es lo que se denomina síndrome postvacacional. Más que una simple pereza, se trata de una reacción del sistema nervioso causado por el inminente regreso al trabajo después de un periodo vacacional más o menos largo.

Según la Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés (SEAS), al menos un 60% de los trabajadores lo ha sufrido alguna vez y cada año lo padecen un 45% de ellos. Algunos de los síntomas más comunes son fatiga, cansancio, hastío, falta de vitalidad y motivación, entre otros.

Lamentablemente los médicos no escapan a este fenómeno e incluso puede ser uno de los gremios mayormente afectados. La vuelta a las guardias, la falta de personal y la exigencia de reducir el periodo de adaptación al mínimo tiempo posible contribuye a que se presente en algunos profesionales de la salud.

Estos son algunos consejos que brindan los expertos para contrarrestar el síndrome.

Si puedes tómalo con calma: Durante los primeros días no te exijas demasiado ni pretendas volver a tus actividades de golpe. Asúmelas gradualmente, tratando de dosificar el trabajo. Lo más complejo, déjalo para cuando lleves unos días trabajando.

Madruga: Lo que menos necesitas es andar estresado y corriendo a todas partes. Por eso, madruga y organiza tu día con antelación. Te ayudará a ir con más calma y no agobiarte por el exceso de tareas pendientes.

Evita jornadas extenuantes: Respeta el horario laboral y aprovecha el tiempo libre para realizar actividades lúdicas que te recarguen de energía y bienestar. No olvides destinar de 7 a 8 horas a tu ciclo de sueño para evitar un prematuro cansancio físico.  

Trabaja en tu actitud: Si bien no puedes cambiar lo que te pasa, sí puedes modificar tu actitud hacia ello. Ante la irrupción de pensamientos negativos, contrarrestarlos con frases, audios o lecturas motivadoras que mejoren tu actitud.

Los síntomas del síndrome postvacacional suelen durar pocos días o, a lo sumo, un par de semanas. En caso de que la sensación se prolongue, lo mejor es acudir a un especialista.

Fuentes: Asociación de Especialistas en Prevención y Salud Laboral y Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés