Existen mitos y malentendidos alrededor del origen y alcance de la ginecología estética.
Desde que se basa en un modelo machista que infantiliza los genitales femeninos, hasta que es un asunto meramente de estética.
Ni lo uno ni lo otro. Lo cierto es que esta es una especialidad que va más allá de la vanidad y que realmente le está cambiando la vida a muchas mujeres.
Como decíamos en un anterior artículo, con el conocimiento y tecnología disponibles hoy, no solo se mejora la parte visual sino también la funcional, con el consecuente impacto en la calidad de vida de las pacientes.
¿Cuáles son los verdaderos beneficios de la ginecología estética?
- En primer lugar y más importante, mejora la autoestima de las mujeres. Estamos claros que en esto inciden otros factores, de tipo emocional, social, cultural, etc. Pero si la medicina puede contribuir a generar satisfacción personal, bienvenido sea.
- Ciertas modificaciones de la zona vaginal, provocan disminución de riesgos de infecciones vaginales.
- La ginecología estética actúa a nivel del deseo sexual, en caso de alguna alteración anatómica que pudiera tener la paciente.
- Hay trabajos que certifican que hay mujeres que llegan al orgasmo mucho más rápido, luego de un tratamiento con tensado vaginal o que se han realizado una vaginoplastia. Es decir, hay un impacto directo en la satisfacción sexual.
- Ha ayudado a cambiar la conducta de las mujeres. Ya no son las mismas de antes que se quedaban calladas u ocultaban lo que en realidad sentían. Paulatinamente comenzaron a consultar y a expresar su inconformidad o molestia: “no me gusta el aspecto de mis genitales”, “algo ha cambiado”; “quiero aumentar mi sensibilidad”, “no siento igual en mis relaciones sexuales”, “me molestan los labios menores”, etc.
Estos son solo algunos de los principales beneficios que ha traído la ginecología estética a las mujeres. Queda claro que no es asunto visual o de vanidad, sino también de darles la calidad de vida y el bienestar que ellas se merecen.
