El síndrome genitourinario de la menopausia (SGM) es un concepto de reciente adopción.
Fue introducido en el 2014 por la International Society for the Study of Women´s Sexual Health (ISSWSH) y la North American Menopause Society (NAMS) con el objetivo de integrar la gran variedad de síntomas asociados a los progresivos cambios vulvovaginales que afectan también al tracto urinario inferior (vejiga, uretra).
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A diferencia de los síntomas vasomotores que mejoran o desaparecen con el paso del tiempo, la clínica del SGM es insidiosa y con afectación progresiva a partir de la aparición de la menopausia.
Las molestias más frecuentes son la sequedad vaginal, prurito, ardor, disuria y dispareunia, asociadas con frecuencia a problemas cutáneos en los genitales externos. Como consecuencia, la calidad de vida se ve afectada en un 30-50% en este grupo poblacional.
Según un estudio de VIVA (Vaginal Health: Insight, Views and Attitudes), el 50% de las mujeres postmenopáusicas presentaban síntomas de intensidad variable, pero solo un 25% de ellas solicitaron asistencia médica.
Uso del láser fraccionado de CO2 como tratamiento del SGM
El láser fraccionado de CO2 es ampliamente aceptado en la medicina actual, especialmente en dermatología y cirugía plástica.
Su uso como tratamiento de la sintomatología en mujeres con SGM, ha sido ampliamente analizado en la literatura durante los últimos años, demostrando su eficacia y efectividad incluso en estudios cada vez más a largo plazo.
El efecto térmico del láser activa las Heat Shock Proteins (HSP) que estimulan a los fibroblastos (células clave), que producirán colágeno maduro y nuevas fibras elásticas, incrementando la angiogénesis, el flujo vascular, así como la permeabilidad, grosor y trofismo funcional de la mucosa vaginal.
Publicaciones recientes han demostrado que es una opción terapéutica no hormonal efectiva, sencilla, bien tolerada y sin efectos adversos, para el tratamiento del síndrome genitourinario de la menopausia.
Así lo comprobó en 2016, el Grupo de Ginecología Estética y Funcional de la Asociación Española Estudio Menopausia (AEEM), tras revisar evidencia científica y proponer recomendaciones de uso.
No obstante, sí aclararon que son necesarios estudios a largo plazo, controlados, frente a placebo, estrógenos locales y otros tratamientos no hormonales, para validar la duración de los efectos y la seguridad de las sucesivas aplicaciones.
Como cualquier tratamiento láser, recomiendan de previo realizar una historia y exploración ginecológica completas, y formarse profesionalmente en los aspectos técnicos y prácticos del dispositivo y de la energía utilizada.
Fuente: Grupo de Ginecología Estética y Funcional de la Asociación Española Estudio Menopausia (AEEM). Artículo publicado en la Revista Oficial de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia