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Impacto de la atrofia vulvovaginal en la vida sexual

Impacto de la atrofia vulvovaginal en la vida sexual

¿Cuál es el verdadero impacto de la atrofia vulvovaginal en la vida sexual, de las mujeres postmenopausicas?

Esa fue la pregunta que inspiró a investigadores a cargo de la Encuesta Epidemiológica Vulvovaginal Europea (EVES), en su edición de febrero de 2020.

Recordemos que la AVV se origina en un déficit de estrógenos causante de sintomatología como disconfort, ardor, quemazón o dispareunia.

Según estudios, más del 40% de las mujeres con menopausia sufren de síntomas de atrofia vaginal y de ellas solo un 25% recibe atención médica

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Metodología de la encuesta para la medición del impacto de la atrofia vulvovaginal

Para efectos de la encuesta, estudiaron a 2.160 mujeres de 45 a 75 años, con más de 12 meses desde su última menstruación y que hayan asistido a centros menopáusicos/ginecológicos en Italia y España.

Las mujeres, con al menos un síntoma de AVV, completaron los siguientes cuestionarios: impacto diario del envejecimiento vaginal (DIVA), Índice de función sexual femenina (FSFI) y Escala de angustia sexual femenina revisada (FSDS-R).

Además, se les practicó un examen ginecológico físico para confirmar el diagnóstico, el cual se confirmó en el 90% de las participantes incluidas.

Los datos fueron analizados por chi-cuadrado y las pruebas t de Student.

Resultados

El impacto negativo en la función sexual fue significativamente mayor en mujeres con VVA confirmadas, según lo evaluado con el componente de función sexual (DIVA-C) del cuestionario DIVA (P=0.013).

También se detectaron diferencias estadísticamente significativas (P<0,0005) en los puntajes del FSDS-R general, el FSFI general y de todos los subdominios del FSFI (deseo, excitación, lubricación, orgasmo, satisfacción y dolor).

Conclusiones

La presencia de AVV confirmada por el médico se asocia con una función sexual deteriorada significativa en mujeres postmenopáusicas, según lo demuestran los análisis no ajustados.

En virtud del impacto en la calidad de vida y la prevalencia de AVV, se justifica una mayor investigación para mejorar y reducir los síntomas.

El estudio fue publicado en febrero del 2020 en PubMed.gov y está disponible en este enlace.

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