fbpx

La sequedad vaginal, causas síntomas y tratamiento

La sequedad vaginal, causas síntomas y tratamiento

La sequedad vaginal es un motivo frecuente de malestar que afecta la calidad de vida de muchas mujeres.

Aunque puede aparecer en cualquier etapa, se estima que un 40% de las mujeres la padecen durante la menopausia, debido a la caída de estrógenos.

Es una de las primeras señales del síndrome genitourinario de la menopausia, también conocido como vaginitis atrófica o atrofia vaginal. El SGM es una enfermedad crónica que puede llegar a afectar a entre un 30-50% de este grupo poblacional. 

Esta patología es causada por múltiples factores como la ingesta de anticonceptivos hormonales, la medicación hormonal (como la indicada para tratar cáncer, miomas o infertilidad), episodios fuertes de estrés o una infección vaginal.

Produce síntomas como irritación, sensación de tirantez, dolor, ardor, picazón, y poco flujo o casi nulo.

El uso de jabones agresivos, muchos perfumes o lociones, ropa que no transpira, tampones perfumados y el tabaquismo pueden agravar la sintomatología.

La irritación y la sequedad pueden afectar tanto el interior de la vagina como los tejidos que rodean la apertura vaginal, volviéndose más delgados y propensos a irritarse más fácilmente.

El nivel de sensibilización en la vulva puede llegar a tal punto que resulte difícil sentarse, caminar, correr o tener cualquier tipo de contacto sexual.

Tratamientos para la sequedad vaginal

Para contrarrestar estos efectos, existe una serie de tratamientos que sirven para humectar los tejidos vaginales y darles más flexibilidad. Por ejemplo, el hidratante vaginal (gel que se introduce en la cavidad vaginal), entre otros lubricantes y humectantes no hormonales.

También se ha comprobado la eficiencia de la terapia molecular u ozonoterapia a nivel sistémico a fin de mejorar la reparación del tejido de la mucosa vaginal, así como los tratamientos no hormonales para la atrofia vulvo-vaginal. 

Para las relaciones sexuales, se recomienda un lubricante de base acuosa que ayude con la hidratación y sea compatible con el uso de preservativos.

Si estos productos no proveen alivio suficiente, el médico tiene la posibilidad de aplicar una dosis baja y localizada de estrógeno (píldora, crema o anillo) directamente en la vagina, aunque no suele recomendarse a pacientes que hayan padecido cáncer de mama.

Los hábitos ginecológicos saludables (mantener la zona genital limpia y seca, no realizar duchas vaginales y evitar productos de higiene íntima perfumados) contribuye a tratar o prevenir la sequedad vaginal.

¿Te pareció útil este artículo? ¡Compártelo!

¡Inscríbete!

RECIBE 10% DE DESCUENTO POR PRONTO PAGO

No pierdas la oportunidad de entrenarte junto a los mejores profesionales de la Ginecología Estética. Solamente son 10 participantes y  la oferta pronto pago finalizan en:

Días
Horas
Minutos

Esta página web utiliza cookies para mejorar tu experiencia de navegación.