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Liquen escleroso y atrófico vulvar (LEA)

Liquen escleroso y atrófico vulvar (LEA)

El liquen escleroso y atrófico es una enfermedad cutánea crónica que afecta principalmente la piel de la vulva y la región perianal.

Según diversos estudios, aparece en una de cada 30 mujeres adultas y una de cada 1.000 niñas.

Aunque se desconocen las causas exactas, se sospecha que puede estar asociado a un sistema inmunitario hiperactivo, un desequilibrio hormonal o enfermedades autoinmunes como trastornos de la tiroides o vitiligo.

Se manifiesta generalmente como manchas o parches blancos y arrugados, pero también puede observarse como piel lisa y brillante.

El liquen escleroso y atrófico no es una infección y no es contagioso ni se disemina a través de las relaciones sexuales.

Sintomatología

La sintomatología más frecuente es el picor (prurito) y la irritación de la zona afectada.

La dispareunia o el dolor con las relaciones sexuales es otro síntoma común, al igual que las molestias o infecciones urinarias.

Al ser una patología progresiva, puede evolucionar produciendo fisuras, rigidez en entrada de la vagina y fusión de los labios menores con una pérdida de la anatomía vulvar.

Tratamientos

La terapia más eficaz para el liquen escleroso es el tratamiento local con ungüento de esteroides tópicos ultrapotentes, como propionato de clobetasol o halobetasol. El mantenimiento con emolientes e hidratantes también es muy recomendable.

Tratamientos alternativos

Para los casos más avanzados o que no responden a los esteroides, están indicados los tratamientos regenerativos y de última tecnología, como láser ginecológico, carboxiterapia, radiofrecuencia vaginal-vulvar o ácido hialurónico. 

Según un estudio publicado por la Academia Española de Dermatología y Venereología, en el que se utilizó láser de dióxido de carbono fraccionado, las pacientes se mostraron muy satisfechas con el resultado, reportando una mejoría mayor al 75% en la eritema, leucoderma, elasticidad cutánea, reducción de las erosiones y fisuras, así como en el color y textura de la piel.

Los médicos autores de la investigación concluyeron que el láser CO2 fraccionado puede ser una alternativa efectiva, segura y con rápida recuperación para el tratamiento del LEA vulvar en algunas pacientes.

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