Hasta 1999 la labioplastia de reducción era sinónimo de dolor e incomodidad para las pacientes.
Este procedimiento ha ido evolucionando con el paso de los años, incorporando técnicas y herramientas más efectivas e indoloras.
Cada una se diferencia entre sí por el tipo de incisión en el labio.
A continuación te describimos las principales Técnicas de labioplastia de reducción:
Técnica de Z-plastia

Se puede realizar bajo anestesia general, local o regional. Consiste en tomar y fijar cada labio con pinzas de Allis, trazando dos zetas de 90° en la porción medial de cada labio. Los bordes de las zetas deberán de confluir en el meato urinario.
Luego se infiltra el labio con xilocaína y epinefrina para garantizar una hemostasia intraoperatoria; posteriormente se incide haciendo hemostasia, se aproximan los bordes de cada extremo y finalmente se unen mediante sutura vicryl 4-0 con puntos simples o continuos.
Ventaja: Reduce la tensión de la sutura, limitando así el riesgo de dehiscencia sin alterar la morfología o coloración del borde libre.
Técnica de desepitelización

Previa incisión se infiltra el labio con lidocaína y epinefrina; después, se traza y realiza una desepitelización del área central en los lados mediales y laterales de ambos labios. La remoción de la porción epitelial se realiza con bisturí o láser y, para finalizar, se afrontan los bordes con sutura absorbible.
Ventaja: Reduce el exceso de tejido vertical permitiendo la conservación del colgajo labial, así como la preservación de las características sensitivas y eréctiles del labio.
Técnica de Trim

Se realiza mediante un corte longitudinal del labio con la extracción de la porción hipercrómica redundante y la aproximación de la herida mediante sutura absorbible.
Ventaja: Es la más simple y, por ende, la más realizada por los cirujanos, ya que permite la disminución de dehiscencia, menos tiempo de reposo para la paciente, así como la mejora del borde hipercrómico de los labios.
Técnica de Wedge o en “V”

Esta técnica reduce el tamaño y longitud del labio menor no deseado mediante una incisión en V del tejido labial, con la siguiente unión de los bordes mediante vicryl 4-0.
Ventaja: La cicatriz pasa inadvertida, conservando así la textura del borde longitudinal del labio menor y su apariencia.
El principal inconveniente es que no logra la extracción del borde labial hipercrómico y puede presentarse dehiscencia de la herida por la tensión.
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