Es normal que, con el paso de los años, se presente un oscurecimiento de la vulva.
Sin embargo, hay factores que pueden acentuar el cambio de coloración como las toallas diarias, los sangrados menstruales abundantes, depilación con cera, la insulina elevada, entre otros.
Es lo que se conoce, en el argot médico, como una hiperpigmentación genital o pigmentación excesiva de la piel en la zona anal o en genitales externos.
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Para esos casos en que el nivel de oscurecimiento es muy alto y causa incomodidad en la paciente, existe una solución efectiva: blanqueamiento genital con láser.
Blanqueamiento genital con láser
Consiste en el aclaramiento de la pigmentación oscura de la piel alrededor de la zona anal y de los genitales externos con fines estéticos. Así se consigue un progresivo blanqueamiento y aclaramiento de la vulva, dándole un tono más rosado propio de los genitales jóvenes.
Se hace a través de sesiones de blanqueamiento mediante peeling y láser en el área vulvar o anal.
Es un procedimiento rápido, eficaz, indoloro y con una duración aproximada de 20 minutos por sesión. El número de sesiones depende de cada paciente y el grado de pigmentación de la piel.
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Normalmente se complementa con cremas blanqueadoras personalizadas, mesoterapia despigmentante o combinaciones de ácidos (salicílico, glicólico y tricloroacético).
Cabe aclarar que los buenos resultados no suelen verse de inmediato, si no con el paso de los días, siempre y cuando la paciente cumpla con las sesiones y se descarten patologías como hiperinsulinismo o alteraciones hormonales.
De igual manera se recomienda suspender el uso de toallas diarias, perfumes y depilación con cera.
Si bien no existen contraindicaciones para este tratamiento, con el paso de varios años se puede regresar a la tonalidad inicial, lo que puede ameritar una nueva intervención.
Entre las recomendaciones médicas para prevenir una hiperpigmentación genital, destacan proteger la zona de la exposición al sol, moderar el uso de prendas ajustadas y mejorar la higiene íntima.
