Su potencial terapéutico es inmenso y su extracción es totalmente inocua y segura.
A la fecha, se han utilizado como tratamiento eficaz para más de 80 enfermedades relacionadas con el sistema hematológico e inmunitario.
Nos referimos a los tratamientos con células madres, una rama dentro del campo de la medicina regenerativa que ha experimentado un acelerado crecimiento en los últimos años.
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Definición
Las células madre las podemos definir como células únicas capaces de dar lugar a cualquier célula de nuestro organismo. Extraídas de la sangre, tejido adiposo y del tejido umbilical, tienen el potencial de restaurar o establecer el funcionamiento normal de nuestros órganos.
Características
Entre sus características fundamentales, destaca la capacidad de división celular indefinida o autorrenovación y que pueden llegar a diferenciarse en más de un tipo de célula de las que conforman el cuerpo humano.
Uso de células madre en ginecología
Para fines ginecológicos se utilizan células madre mesenquimales, que son poblaciones multipotentes con una amplia capacidad de diferenciación, plasticidad y potencia inmunosupresora.
Las células madre se encuentran indicadas para patologías ginecológicas como liquen escleroso o plano, atrofia vulvovaginal, incontinencia urinaria, lesiones de VPH posterior a su tratamiento, y restauración de la piel de la zona vulvar, en conjunto con colocación de grasa como relleno de labios mayores para evitar las cicatrices queloides.
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La base de estas células madre se denominan células de Rouget o pericitos, que se distinguen por su gran potencial clínico.
Son obtenidos de forma rutinaria a partir de un lipoaspirado, diseñado para recoger, procesar e inyectar el tejido graso refinado.
Este se aplica en pequeñas cantidades, con una cánula roma, en el espacio vaginal subcutáneo y subepitelial de forma homogénea y uniforme, siguiendo el mapa topográfico de los lugares a tratar.
Es un procedimiento simple que ofrece una capacidad de manejo óptima y gran potencial de regeneración basado en células madre mesenquimales derivadas de tejido adiposo.
Los criterios de inclusión son mujeres con menopausia fisiológica y precoz de más de cuatro años y menopausia farmacológica producida por procesos oncológicos. También se puede utilizar en pacientes que no hayan tenido ninguna terapia de reemplazo.
Los resultados son óptimos, prácticamente inmediatos y muy duraderos.