Aunque persista mucho tabú y desconocimiento sobre el tema, lo cierto es que cada vez más mujeres optan por una reducción de labios menores.
Esta es una alternativa para quienes presentan una desproporción en la zona, provocando trastornos locales, molestias al practicar ciertos ejercicios e incomodidades al usar ropa ajustada.
Incluso puede afectar la higiene por la acumulación de humedad y causar dispareunia. Algunas se inhiben del todo de sostener relaciones sexuales por temor e inseguridad, llegando a afectar su autoestima.
Si bien puede afectar en cualquier edad, es mucho más común en la pubertad.
Las causas pueden ser de carácter congénito, la práctica de determinados deportes, el paso del tiempo, consecuencias hormonales o partos múltiples.
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Objetivo de la reducción de labios menores
Afortunadamente la reducción de labios menores o labioplastia les permite a las pacientes mejorar su calidad de vida emocional y sexual, mediante la eliminación del exceso de tejido.
Esta intervención devuelve a la vulva un aspecto armónico y de dimensiones adecuadas. Consiste en realizar una incisión en la zona genital, eliminando así la piel sobrante.
Para este procedimiento existen diferentes técnicas quirúrgicas, siendo la más extendida la lineal o técnica de Trim. Existen otras como la técnica de Wedge, la desepitelización y la resección con láser quirúrgico de CO2.
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Beneficios del tratamiento
La reducción de labios menores es un tratamiento quirúrgico mínimamente invasivo, preciso, efectivo y de recuperación rápida.
También permite acompañar a esta cirugía el aumento y remodelación de los labios mayores a través de la aplicación de infiltraciones de ácido hialurónico o de rellenos de tejido graso.
Es una operación ambulatoria que solo amerita reposo durante las 24/48 horas posteriores.
Sí es recomendable mantener relaciones sexuales hasta después de cuatro o cinco semanas de un tratamiento de reducción de labios menores para evitar daños en las cicatrices o que los puntos se suelten.
