El rejuvenecimiento vaginal comprende un grupo de procedimientos que buscan mejorar la apariencia de la zona genital femenina, con la intención de lograr un aspecto más juvenil.
Con el paso del tiempo, el cuerpo cambia, incluyendo las zonas íntimas.
La mujer está sometida a embarazos, partos, cambios hormonales, menopausia y envejecimiento natural.
Todo ello hace que haya cambios internos y externos en el área vaginal que afectan el aspecto y sensaciones que la mujer experimenta.
Anteriormente, las mujeres no tenían muchas opciones para mejorar estos problemas íntimos, tan frecuentes como molestos.
Con las nuevas tecnologías y el auge de la ginecología estética, las mujeres disponen de diversas y efectivas opciones de tratamiento, muchas de ellas indoloras y mínimamente invasivas.
Uno de los principales y más demandados es el rejuvenecimiento vaginal, que aborda los problemas de salud vaginal internos y externos, con tecnologías de bienestar femenino clínicamente probadas.
Objetivos de los tratamientos de rejuvenecimiento vaginal
- Tratar la incontinencia urinaria.
- Estrechar y tonificar el canal de la vagina.
- Tratar la sequedad vaginal, que puede provocar molestias en las relaciones sexuales.
- Prevenir o tratar, en caso necesario varios tipos de prolapso genital.
- Mejorar el aspecto general del aparato genital femenino y las relaciones sexuales de la paciente.
Principales tratamientos de rejuvenecimiento vaginal (no quirúrgicos)
Lifting de labios mayores: Cuando no es necesaria o está contraindicada la técnica del aumento de labios mayores, se puede recurrir al lifting o elevación de la zona afectada. El procedimiento consiste en una incisión y retiro de piel sobrante y tejido subcutáneo con láser, y una sutura hacia el medio, que queda casi invisible. Permite tensar la piel de la zona para revitalizar los labios mayores de la vulva, corrigiendo su forma y volumen.
Ácido hialurónico: Utilizado en casos moderados, consiste en la inyección de la sustancia a lo largo del canal vaginal para estrecharlo, con una aguja muy fina y una técnica de multipuntos. Es una técnica que permite dar volumen a los labios superiores y mejorar la mucosa vaginal, así como tratar la sequedad vaginal y aumentar el punto G.
Tensado vaginal con láser: Ideado para combatir el síndrome de hiperlaxitud o relajación vaginal, así como para cuando la paciente sufre de problemas de incontinencia y para mejorar prolapsos. Se trata de un procedimiento médico que utiliza un láser de CO2, para la contracción y tensado del canal vaginal, y así crear una disminución en su diámetro mediante la estimulación de la producción de colágeno y elastina, favoreciendo el trofismo de la mucosa vaginal y aportando un efecto de rejuvenecimiento.
Tecnología de radiofrecuencia: La radiofrecuencia para la hiperlaxitud vaginal es un tratamiento que se aplica dentro de vagina y el introito vaginal. Consiste en depositar calor en la zona manteniendo la mucosa vaginal intacta y fría durante todo el tratamiento, de esta forma se estimula la producción de colágeno y elastina, y se activa la microcirculación y la vasodilatación de los capilares. Comparado con otros, la radiofrecuencia es un procedimiento seguro, cómodo y sencillo de realizar, sin ningún riesgo, dolor o efecto secundario.
Tratamientos quirúrgicos
Existen otros tratamientos, de tipo quirúrgicos, que también entran dentro de la categoría de rejuvenecimiento vaginal. Tal es el caso de la perineoplastia, cuyo objetivo es rejuvenecer y fortalecer el perineo, afectado, sea por episiotomía, desgarros, laceraciones importantes o por la presencia de frenillo que puede ocasionar dolor. Si lo combinamos con una colporrafia posterior, obtendríamos una colpoperineoplastía que repara tanto la pared posterior de la vagina como el perineo.
La labioplastia de labios mayores y la vaginoplastia son otras cirugías muy populares en el ámbito del rejuvenecimiento vaginal .
Está en manos del profesional en ginecología estética determinar cuál o cuáles procedimientos de rejuvenecimiento vaginal son los indicados, según el diagnóstico e historial clínico de la paciente, así como de la gravedad de los síntomas y el objetivo a conseguir.
