La vaginoplastia también conocida como rejuvenecimiento vaginal es uno de los procedimientos más solicitados y populares de los últimos años para recuperar la tonicidad de la zona genital femenina.
Las vaginoplastia, un procedimiento que corrige diversas alteraciones o insatisfacciones relacionadas con los órganos genitales femeninos.
En este artículo, explicaremos qué es la vaginoplastia, sus objetivos, beneficios, riesgos y otras consideraciones importantes.
¿Qué es la vaginoplastia?
Es un procedimiento quirúrgico diseñado para fortalecer y reconstruir la vagina, con el fin de mejorar su tono, firmeza y elasticidad.
Corrigiendo la distensión de los tejidos del canal vaginal, se recupera la tonicidad y capacidad de contracción de los músculos vaginales.
Comprende la escisión de porciones de mucosa de los fondos del saco vaginal – por medio de bisturí, electrodo o láser- con una colporrafia anterior y/o posterior con o sin escisión de mucosa lateral. Todo, con el fin de conseguir una vagina más estrecha.
Es especialmente útil en casos donde existe una laxitud vaginal significativa debido a factores como el envejecimiento, el parto o la genética.
Quienes se benefician de una vaginoplastia son las pacientes con defectos congénitos, multíparas o con lesiones deformantes.
La duración es de 30 minutos a 1 hora con anestesia epidural o general, se realiza ambulatoriamente y no hay que retirar los puntos porque se reabsorben totalmente.
Objetivos y beneficios de la vaginoplastia
Los objetivos primordiales de la vaginoplastia son restablecer la estructura y función vaginales, así como mejorar la satisfacción sexual y la confianza de las pacientes.
Entre sus mayores beneficios, tanto estéticos como funcionales, se encuentran los siguientes:
- Restablecimiento del tono vaginal: Fortalece los músculos vaginales, mejorando el tono y la firmeza de la vagina.
- Mejora de la función sexual: Al reforzar los músculos y estructuras vaginales, mejora la sensación durante las relaciones sexuales, tanto para la paciente como para su pareja.
- Aumento de la confianza y la autoestima: Al corregir problemas estéticos o funcionales, tiene un impacto positivo en la confianza y la autoestima de las mujeres, mejorando su calidad de vida.
Riesgos y posoperatorio
Como cualquier procedimiento quirúrgico, la vaginoplastia conlleva ciertos riesgos, entre los cuales podemos mencionar infección, sangrado, hematomas, cambios en la sensibilidad vaginal y cicatrización anormal.
Sin embargo, en condiciones normales, el procedimiento es seguro y no debería presentar complicaciones.
En posoperatorio se recomienda evitar el uso de pantalones ajustados y actividad física que involucre la musculatura de la zona vaginal de forma directa o indirecta. Las relaciones sexuales se pueden retomar entre uno y dos meses de espera después de la operación.
Otras novedades que recientemente se han investigado en el campo de la vaginoplastia incluyen técnicas de sutura avanzadas y de anestesia para garantizar una experiencia más cómoda y segura.
Uso de tecnología láser
El tensado vaginal con láser es una técnica mínimamente invasiva no quirúrgica que puede ser usada sola o como medio para potenciar los resultados de las técnicas quirúrgicas.
Esta técnica da excelentes resultados y es apta para mujeres que aún desean tener más hijos y que presentan una hiperlaxitud vaginal leve o moderadas.
Una de las ventajas del láser ginecológico en la vaginoplastia es su capacidad para estimular la producción de colágeno de forma controlada y precisa, en comparación con métodos tradicionales.
Así se logra una mayor reconstrucción de los tejidos, mejorando la función y estética vaginal.
Mediante la emisión de pulsos de luz láser de alta energía, se consigue una vaporización y estimulación selectiva de los tejidos, lo que promueve la regeneración y remodelación del colágeno en la vagina.
Esto ayuda a mejorar la elasticidad, tono y firmeza de los tejidos vaginales, dando un efecto de rejuvenecimiento y corrigiendo problemas como la hiperlaxitud vaginal.
Uso de plasma rico en plaquetas (PRP)
El plasma rico en plaquetas (PRP) es un área en constante exploración que busca mejorar la regeneración de tejidos y promover una mayor vascularización en la zona vaginal y puede ser utilizado en conjunto tanto con el láser como la cirugía para potenciar sus efectos.
El uso de una o varias técnicas asociadas a la vaginoplastia siempre queda a criterio del especialista en ginecología o cirugía plástica reconstructiva, quien debe realizar una evaluación personalizada y ofrecer soluciones acordes a su experiencia y nivel de capacitación.
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